Recomendaciones y medidas de control que permiten evitar los accidentes en labores de limpieza pública.

La Gestión de Servicio de Limpieza Pública es un concepto muy amplio en cada país, sin embargo, se deben delimitar los procedimientos, tecnologías y metodologías de las operaciones hechas en el manejo de los residuos sólidos que comprende este servicio. Estos son: barrido, limpieza y almacenamiento en espacios públicos, recolección, transporte, transferencia, valorización y disposición final; cabe resaltar que solo nos enfocaremos en los dos primeros.

Para el barrido y limpieza pública, usualmente se consideran los siguientes aspectos: ámbito geográfico, población urbana y rural, recursos humanos, financieros y económicos; actividades económicas principales como el turismo, comercio, etc; y los hábitos y costumbres de la población en mención.

La operación de barrido y limpieza tiene por finalidad que los espacios públicos que incluyen vías, plazas y demás áreas públicas, tanto en el ámbito urbano como rural, queden libres de residuos sólidos. Los tipos de espacios que se atienden con el barrido son: vías dedicadas en su totalidad a comercio formal e informal, vías de exteriores de mercados o centros comerciales, vías de viviendas familiares, vías de tránsito vehicular medio o vías de calles y avenidas en las que se presenta tránsito medio durante la mayor parte del día y tránsito elevado en horas punta de la mañana y la noche.

Por otro lado, es de vital importancia ofrecer a los trabajadores de basura, condiciones seguras de trabajo. Esto implica que cuenten con los equipos adecuados para dichas funciones, y que, a su vez, estos equipos presenten un diseño ergonómico y fácil manejar. A la larga, los trabajadores de limpieza pública podrán sufrir lesiones si no se corrigen las posturas incorrectas que están acostumbrados a realizar. La forma de verlos a ellos de forma diferente no disminuye su valor como actores sociales y como parte de un todo que mantiene nuestros espacios completamente limpios.